
Los retrocesos de Fibonacci son un método de análisis técnico que ayudan a estimar donde existe mayor probabilidad de que ocurra un soporte o una resistencia para el precio de un activo.
Debe su nombre a la llamada secuencia de Fibonacci, sucesión matemática identificada por Leonardo de Pisa en el siglo XIII, en que cada número de la sucesión –la cual comienza en 0 y 1– es la suma de los dos números precedentes (0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13 y así)
Esta secuencia numérica, conocida también como proporción aurea, es reiterativamente encontrada en distintos patrones en que se manifiesta la naturaleza, como el espiral del hélix o el de las galaxias. También fue utilizada entre los antiguos griegos como medida estética para la composición de obras armónicas, y ha atravesado la historia del hombre siendo concebido como una suerte de sistema numérico fundamental del cosmos.

Dependiendo de si la tendencia del mercado es alcista o bajista, los precios retrocederán una porción significativa de la tendencia previa antes de retomar su movimiento en la dirección original. Estos movimientos de retroceso suelen caer en los niveles de Fibonacci.
Un retroceso de Fibonacci se crea tomando dos puntos extremos, por lo general el pico y el fondo del precio, y dividiendo la distancia vertical por los principales ratios de Fibonacci, estos son, 23,6%, 38,2%, 61,8% y 78,6%.
Así, por ejemplo, si una criptomoneda escala desde los $ 15 hasta los $ 31,55, los potenciales retrocesos se trazarían en $27,61, para el 23,6%; en $25,18, para el 38,2%; en $21,24, para el 61,8%; y así hasta el respectivo fondo escogido de $15. Aunque no forma parte de los ratios de Fibonacci, muchos traders utilizan el nivel de 50% al tenerse la percepción de que el activo suele retomar su tendencia anterior al traspasar el retroceso de 50%.
De esta manera, puede saberse qué cantidad de retroceso ha ocurrido desde un movimiento de precio previo. Si bien es probable que se retorne a la dirección de la tendencia anterior, usualmente el precio del activo retrocederá a alguno de los niveles de Fibonacci mencionados antes de retomar su tendencia.
Los retrocesos de Fibonacci son la herramienta más utilizada entre todos los indicadores técnicos basados en la secuencia de Fibonacci. Esto probablemente se deba a su simplicidad y aplicabilidad a casi cualquier instrumento de trading. Al estimar los niveles de soporte y resistencia, se puede tomar una decisión más fundamentada respecto a donde colocar órdenes de stop-loss o de compra.
Lo que parece sugerir este modelo es que la psicología de masas también obedece a las proporciones de la secuencia de Fiibonacci. Siendo el mercado una manifestación de la psicología de sus agentes, expresada sobre todo en sentimientos de avaricia y miedo a la pérdida, los retrocesos de Fibonacci indican potenciales niveles en que estos sentimientos se presentan en el comercio de un activo. Esto sugiere que la proporción áurea también se despliega en la psique humana.
A pesar de que los retrocesos de Fibonacci son bastante populares como indicadores técnicos, los traders deben estar prevenidos respecto a ciertos límites conceptuales que presentan.
Esta herramienta es una anomalía numérica que no se encuentra respaldada por ninguna prueba lógica. Esto no quiere decir que no pueda ser de utilidad, pero puede incomodar a aquellos traders que quieran entender el aspecto racional detrás de una estrategia de trading.
Por otro lado, está el hecho de que hay tantos niveles de retrocesos que es difícil identificar en cuál nivel el precio se revertirá, habiendo alta probabilidad de que el precio rebote en cualquiera de los niveles.
Además, los retrocesos de Fibonacci tienen la limitación de solo poder señalar puntos de posibles correcciones, retrocesos o rebotes. Tiene dificultades para confirmar cualquier otro indicador y no provee señales identificables. Con todo, puede cobrar valor cuando es utilizado en conjunto con otros indicadores técnicos.
Retrocesos de Fibonacci: lo que todo trader debería saber was originally published in Orionx on Medium, where people are continuing the conversation by highlighting and responding to this story.