Un Tribunal del Reino Unido reconoce los NFT como “propiedad privada” – ¿Y ahora qué?

No todos los expertos se apresuran a calificar el desarrollo de “innovador”, pero sin duda ayudará al sector a combatir el fraude.

A principios de mayo, la comunidad británica de Web3 celebró un importante precedente legal: el Tribunal Superior de Justicia de Londres, el análogo más cercano al Tribunal Supremo de Estados Unidos, ha dictaminado que los tokens no fungibles (NFT) representan “propiedad privada”. Hay una advertencia, sin embargo: en la sentencia del tribunal, este estatus de propiedad privada no se extiende al contenido subyacente real que NFT representa. Cointelegraph se puso en contacto con expertos legales para entender lo que esta decisión podría cambiar en el panorama legal británico. 

El robo de Boss Beauties

En febrero de 2022, Lavinia D. Osbourne, fundadora de Women in Blockchain Talks, escribió en Twitter que dos obras digitales habían sido robadas de Boss Beauties – una colección de 10,000 NFT de mujeres empoderadas que fue creada por “Gen Z change-makers” y presentada en la Bolsa de Nueva York.

Los tokens venían acompañados de una serie de puntos de utilidad, como el acceso a eventos exclusivos, libros gratuitos y derechos de licencia. Osbourne afirmó que las piezas, robadas de su cartera MetaMask, aparecieron más tarde en el mercado OpenSea. Rastreó los NFT con la ayuda de la empresa de seguridad e inteligencia Mitmark.

El asunto se llevó a los tribunales en marzo, y el 29 de abril, The Art Newspaper informó de la sentencia del Tribunal Superior del Reino Unido, en la que los jueces han reconocido los NFT como propiedad protegida por la ley. Además, el tribunal emitió una orden judicial para congelar los activos de las cuentas de Ozone Networks (el anfitrión de OpenSea) y obligó a OpenSea a revelar información sobre los dos holders de las cuentas en posesión de los NFT robados. Poco después, OpenSea detuvo la venta de estos NFT, los Boss Beauties número 680691.

Como la identidad de los holders de las billeteras sigue siendo incierta, la orden judicial se concedió contra “personas desconocidas”. En su comentario sobre la decisión, el bufete de abogados Stevenson calificó el requerimiento judicial de “recurso bastante draconiano (es decir, anticuado y duro)”, describiéndolo como un “arma nuclear” del derecho.

Tras la orden judicial, Osbourne proclamó victorioso:

“Women in Blockchain Talks se fundó para abrir las oportunidades que ofrece blockchain a cualquier persona, independientemente de su edad, género, nacionalidad o procedencia. Es de esperar que este caso sea decisivo para que el espacio de blockchain sea más seguro, animando a más personas a interactuar con activos emocionantes y significativos como los NFT”.

El token y el activo

Racheal Muldoon, la abogada del caso, destacó “la máxima importancia” de la sentencia, que, según ella, “elimina cualquier duda de que los NFT son una propiedad en sí mismos, distinta de la cosa que representan, según la ley de Inglaterra y Gales”. Pero es precisamente este detalle el que ha hecho que otros expertos se muestren escépticos sobre la importancia innovadora de la decisión del tribunal.

Mientras que los NFT ya gozan del estatus de propiedad en su tratamiento por parte del Servicio de Impuestos Internos de EE.UU., la proclamada diferencia entre el token y el activo subyacente hace poco para llenar el actual vacío legislativo en el Reino Unido y Estados Unidos. “Así que si tienes un token, tienes un token. Pero no necesariamente ningún derecho sobre nada más”, como señaló Juliet Moringiello, profesora de la Widener University Commonwealth Law Schoo, a Artnet News.

Como recordó la subdirectora del Instituto de Arte y Derecho, Emily Gould, en su artículo de opinión sobre el caso, las decisiones de los tribunales del Reino Unido, los desarrollos normativos y los estudios gubernamentales de los últimos años han sido cada vez más consonantes en categorizar los criptoactivos como propiedad. En concreto, señaló el caso AA v. Persons Unknown de 2019 y el informe “Legal statement on cryptoassets and smart contracts”, presentado por el UK Jurisdiction Taskforce del LawTech Delivery Panel ese mismo año.

Qué sigue

“La propiedad o el activo subyacente que representa al NFT, ya sea una obra de arte o cualquier otro material susceptible de ser protegido por derechos de autor, sigue rigiéndose en el Reino Unido por las mismas leyes de derechos de autor que en Estados Unidos”, explicó a Cointelegraph Tom Graham, CEO y cofundador de la empresa Metaphysic.ai, con sede en el Reino Unido. “Esta decisión no ayuda a aclarar esa distinción”.

Pero para Graham, el fallo sigue sentando un “precedente interesante”, ya que el tribunal había emitido una orden judicial a OpenSea. Esto es significativo en términos de que los tribunales intervengan y proporcionen medidas cautelares cuando los NFT han sido robados. Añadió:

“Ahora es inequívoco que los NFT se rigen por las mismas leyes de propiedad en el Reino Unido que rigen el resto de propiedades. Establece un gran precedente para las personas que invierten en NFT de que el sistema judicial, al menos en el Reino Unido, protegerá sus derechos de propiedad”.

En declaraciones a Cointelegraph, Anna Trinh, directora de cumplimiento de la empresa de finanzas digitales Aquanow, señaló que la sentencia no es revolucionaria, pero no carece de “importancia ejecutiva”. Establecer un precedente legal que afirme lo que la mayoría ya creía que era el caso puede dar a las plataformas de NFT más comodidad a la hora de exigir la congelación de las cuentas de los actores malintencionados. Trinh dijo:

“No creo que el reconocimiento de los NFT como propiedad privada o personal sea una gran sorpresa. Se pueden comprar, vender o intercambiar NFT, lo que esencialmente apunta a que son propiedad personal en los primeros principios. Habría sido más chocante que el tribunal sostuviera que los NFT no son propiedad personal”.

Trinh no considera problemáticas las protecciones legales existentes para los activos subyacentes. Éstos se rigen por el contenido del contrato en el momento de la compra, por lo que el derecho contractual y el de propiedad intelectual entrarían en juego en función de la naturaleza del activo. En opinión de Trinh, hay cuestiones legales más urgentes a las que los reguladores podrían prestar atención, como los derechos de los creadores.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión

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Author: David Attlee

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