El consenso es que el impacto será positivo, pero hay riesgos. Analicemos el fenómeno: Compra el rumor, vende la noticia.
Las narrativas son las historias que nos contamos para entender el mundo y darle sentido. Siempre han existido y siempre han influido en nuestra forma de pensar y actuar. Pero en la era de las redes sociales, las narrativas tienen más poder que nunca. Porque se difunden con una rapidez y una facilidad asombrosas. Porque llegan a millones de personas que las comparten, las comentan y las creen. Porque no importa si son verdaderas o falsas, solo si son populares. O sea, si convencen a muchos y les hacen sentir algo.
Un ejemplo de esto es el caso de Bitcoin. Bitcoin tiene muchas narrativas que lo rodean y lo definen. Algunas lo presentan como el futuro del dinero, otras como una burbuja especulativa, otras como una amenaza para el planeta. Pero hay una narrativa que parece dominar en estos momentos: la de que Bitcoin está a punto de ser aceptado por el sistema financiero tradicional, gracias a la aprobación de un ETF (fondo cotizado en bolsa) y a la llegada del capital institucional. Esta narrativa genera expectativas, ilusiones y temores entre los inversores, y hace que el precio de Bitcoin suba como la espuma.
Un ETF al contado de Bitcoin es un fondo que cotiza en bolsa y que sigue el precio de la criptomoneda más popular del mundo. Muchos inversores esperan que la SEC, el organismo regulador de los mercados financieros de EE.UU., apruebe pronto uno o varios de estos fondos, lo que facilitaría la entrada de dinero institucional y minorista al sector.
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Author: Gustavo Godoy